La salud laboral y las ausencias de perspectiva de género en las prestaciones de Seguridad Social derivadas de contingencias profesionales

Resumen

La perspectiva de género incorporada a la salud laboral implica atender a una pluralidad de disciplinas, destaca la medicina –de inestimable ayuda– y el derecho, pero, principalmente, es exigible la sensibilidad y atención a la presencia de la mujer en el trabajo (en el feminizado y no). Aparece el enfoque de criterios hermenéuticos con perspectiva de género, si bien queda un largo camino por recorrer, examinado en el presente artículo. Las normas configuradoras del Sistema Español de Seguridad Social elaboradas en el siglo pasado poco tuvieron en cuenta la participación de la mujer en el trabajo; ni lo han hecho las más modernas regulaciones de seguridad y salud laboral. Ni se prestó, ni se presta, suficiente atención a la presencia femenina ni a las particularidades biológicas y corporales (o físicas) de las mujeres. Tampoco se reformula ese corpus normativo y cuando se plantean litigios solicitando prestaciones de seguridad social derivadas de la actividad laboral, sea para determinar el origen de la contingencia como profesional o para el reconocimiento de las prestaciones y beneficios sociales; si quien realizó la actividad laboral fue una mujer se ve desprotegida. La cobertura de las lagunas legales requiere el recurso a normas antidiscriminatorias, a la noción de discriminación indirecta y a su aplicación en las leyes de prevención y de Seguridad Social. Un elenco de resoluciones judiciales del Tribunal Supremo relacionadas con las enfermedades profesionales exteriorizó la perspectiva de género entre 2014 y 2022 (pero ya no después). Esas sentencias incorporan argumentos explorando profesiones feminizadas, olvidadas por el listado del RD 1299/2006; se flexibiliza sutilmente el listado de enfermedades profesionales en cuanto a las actividades y profesiones. No obstante, para una correcta delimitación de los riesgos profesionales ha de acudirse a la evaluación de puestos de trabajo, atender al sexo de la persona y a sus condicionantes sociales y culturales en el desempeño del trabajo.

 

Gender perspective incorporated into occupational health implies attending to a plurality of disciplines. The article highlights medicine –of invaluable help– and law, but, above all, the sensitivity and attention to the presence of women in the workplace (both feminized and non-feminized). This approach was initiated by applying hermeneutic criteria with a gender perspective, but there is still a long way to go, which is discussed below. The Spanish Social Security System developed in the last century considered women’s participation in the labour market. Nor have the most modern occupational health and safety regulations. Neither was, nor is, sufficient attention paid to the presence of women nor to the biological and bodily (or physical) particularities of women. The reformulation of this law was not carried out when a lawsuit is brought that relates to social security benefits derived from work, whether for the determination of the contingency as professional, or for the recognition of benefits and social security benefits if the person who performed the employment or activity was a woman is unprotected. It has been necessary to have recourse to anti-discrimination regulations, specifically to the singular notion of indirect discrimination (or impact) and its application in prevention and Social Security regulations. The gender perspective is seen in a list of judicial resolutions related to occupational diseases between 2014 and 2022. The rulings incorporate arguments with a gender perspective, exploring feminized professions, forgotten in the list of Royal Decree No. 1299/2006. The table of occupational diseases is subtly made more flexible in terms of activities and professions. It is recalled that the correct delimitation of occupational risks. The evaluation of jobs must also take into account the sex of the person who performs them and their social and cultural conditioning factors. However, the diseases are present, but the tasks of the feminized profession are absent due to the lack of a historical perspective of the Law, in terms of gender.

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