Abstract
La mujer embarazada tuvo y tiene un importante aliado en las normas jurídicas, que reconocen su situación de vulnerabilidad durante todo el embarazo e incluso después del mismo. En la medida en que la digitalización implica una automatización de tareas que permite evitar o reducir tanto los entornos como las actividades peligrosas en el lugar de trabajo, conduce al mismo tiempo a un aumento de los riesgos psicosociales. A nivel de la UE, no existe una unidad legislativa respecto a la situación de la maternidad subrogada así, el Consejo de Europa, envía una fuerte señal a los estados miembros que no han regulado un mecanismo para el reconocimiento de la filiación establecida en el extranjero de conformidad con la legislación interna, como es Rumanía. Para que la adaptación y modernización del marco legal de la UE, que permite a los padres y personas con responsabilidades de cuidado conciliar la vida profesional con la vida familiar, sea una realidad, se necesitan nuevos enfoques.
The pregnant woman had and has an important ally in legal regulations, which recognize her vulnerable situation throughout the pregnancy and even after it. To the extent that digitization implies an automation of tasks that makes it possible to avoid or reduce both dangerous environments and activities in the workplace, it leads at the same time to an increase in psychosocial risks. At the EU level, there is no legislative unit regarding the situation of surrogate motherhood, so the Council of Europe sends a strong signal to the member states that have not regulated a mechanism for the recognition of filiation established abroad. in accordance with internal legislation, as is Romania. For the adaptation and modernization of the EU legal framework, which allows parents and people with care responsibilities to reconcile professional life with family life, to become a reality, new approaches are needed.