Abstract
El tratamiento jurídico del trabajo nocturno, cuestión genuina de la legislación internacional obrera, encontró su justificación en la situación penosa e insalubre en que mujeres y niños eran empleados en plena efervescencia del capitalismo industrial. En el marco de la OIT se inició una andadura normativa en torno al trabajo nocturno con el Convenio n. 4 de 1919, relativo al trabajo nocturno de mujeres en la industria. Este instrumento, a la luz de una perspectiva de género, puede ser cuestionado ya que la misma estuvo ausente en el proceso de formación de aquellas normas. Su vigencia es discorde con los principios de igualdad de trato y de oportunidades, así como con el principio de no discriminación. La reciente derogación del instrumento objeto de comentario ha puesto de relieve la estigmatización a que ha venido sometiendo a las mujeres. ¿Realmente puede hablarse de una norma protectora? Se pretende dar una visión desde la perspectiva de género en torno a la desigualdad de oportunidades en el acceso al empleo, ofreciendo una respuesta crítica en torno al por qué el trabajo nocturno no puede seguir siendo utilizado como pretexto para la discriminación en las relaciones laborales.
The legal treatment of night work, a genuine issue of international labor legislation, found its justification in the painful and unhealthy situation in which women and children were employed in full effervescence of industrial capitalism. Within the framework of the ILO, a normative approach to night work began with Convention No. 4 of 1919, concerning night work for women in industry. This instrument, in light of a gender mainstreamig, can be questioned since it was absent in the process of forming those norms. Its validity is in disagreement with the principles of equal treatment and opportunities, as well as with the principle of non-discrimination. The recent repeal of the instrument under comment has highlighted the stigmatization to which women have been subjected. Can you really talk about a protective standard? It is intended to give a vision from a gender perspective about the inequality of opportunities in access to employment, offering a critical response about why night work can not continue to be used as an discriminatory pretext in labor relations.