Abstract
Aunque contaba con precedentes judiciales, el derecho a la desconexión digital fue reconocido por primera vez en un texto legal a través de la Ley Orgánica 3/2018. No obstante, la inconcreción de su regulación genera más incertidumbres que certezas. Meses después, y en el entorno de la pandemia generada por la Covid-19, el teletrabajo obtuvo un gran protagonismo, que justifica la aprobación del Real Decreto-Ley de trabajo a distancia. Este corrigió algunos de los errores de la redacción anterior y aborda con mayor precisión el derecho analizado. Partiendo de dicha situación, se estudia el derecho a la desconexión digital. A tal efecto, se aborda su ámbito subjetivo, así como el contenido del mismo, que se verá afectado de manera decisiva por la negociación colectiva, sobre la que descansa la labor de definir sus contornos. Por último, se examinan sus implicaciones en materia preventiva, fundamento del reconocimiento del derecho.Although it had precedent resolutions, the right to digital disconnection was recognized for the first time in a legal text through Organic Act No. 3/2018. However, the inconsistency of its regulation generated more uncertainties than certainties. Months later, and in the field of the pandemic generated by Covid-19, teleworking gained a great role, which justified the approval of the Royal Decree-Law on remote work. This corrected some of the errors in the previous text and addressed the right analysed with greater precision. Starting from this situation, the right to digital disconnection is studied. To this end, its subjective scope is addressed, as well as its content, which will be decisively affected by collective bargaining, on which the work of defining its contours rests. Finally, its implications in preventive matters, the basis of the recognition of the right, are examined.