Resumen
El artículo analiza la nueva ley de generación de empleo a favor de la integración permanente de los jóvenes en el mercado de trabajo, fomentando la contratación a través de un contrato de duración indeterminada de los jóvenes menores de 26 años asociando esta contratación a la conservación del empleo de los seniors de más de 57 años hasta el momento de su jubilación. Los seniors tendrían en este caso la función de contribuir a la formación y a la supervisión de los jóvenes en el trabajo a través de la trasmisión de sus saberes y competencias. Para llevar a cabo esto, la ley utiliza dos mecanismos, uno privilegiando a las empresas con menos de 300 trabajadores en las cotizaciones patronales, eximiendolas “la zanahoria” y la segunda utiliza “el garrote” en el sentido de imponer a la empresa la obligación de llevar a cabo una negociación colectiva sobre el funcionamiento de un contrato de generación, so pena de ser sancionada.